Ritual de reposición

Aunque encuentre absolutamente innecesario que varios estudios lo demuestren, así se empeñan en hacerlo. Debíamos estar seguros, el ser humano es animal de costumbres. Y yo soy humano, así que no me libro. Hoy he vuelto a ver Matrix por enésima vez. No me cansa, ¿Cómo iba a hacerlo? La amo. A ella y a muchas otras. La poligamia es algo que me va, al menos cinéfilamente hablando.

Ya ha llovido desde que el verano nos dejó, aunque haya días en los que el clima se empeñe en ponernos pegas para olvidarlo. El frio ya está aquí, y con el mi clásica maratón de la versión extendida de The Lord of the Rings. La única forma de lograr que las palabras sofá, colacao y orco cobren sentido juntas. Después vendrán las tres de Back to the Future. Y finalmente recibiré el año con un nuevo visionado de Star Wars, siempre en el orden de estreno, la alternativa es delito. Todavía guardo una copia del Espisodio IV en VHS. Aquellos sables laser churruteros son toda una delicia nostálgica (estoy enfermo, me encanta). Y aun no se acaba, con esto solo abro la veda a mi “Temporada 2015 de reposiciones molonas”. Donnie Darko, Memento, Forrest Gump, Twin Peaks, X-Files, Primer o Collateral son solo algunos de los títulos que nunca fallan.

Sé que ya hace tiempo que usted también obvia esa desacertada asociación entre las palabras reposición y caduco. Sé que en una de las estanterías de su casa guarda orgulloso varios títulos, que le sacarían una sonrisa aun en el día de su primera revisión de próstata. Ambos sabemos que la vida es corta, y por eso queremos aprovecharla viendo lo mismo una y otra vez.

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